Empecé a estudiar Medicina Tradicional China a los dieciocho años, instruida por mi madre, al conocer la eficacia de la Reflexoterapia Podal.

Entonces no existía la carrera en España y me formé poco a poco hasta que pude obtener un título Universitario en Acupuntura y Bioenergetica en la Universidad de Santiago de Compostela.

Compaginé mis estudios en esta medicina con los de la carrera de Psicología, que entonces no tenía especialidad,y me licencié en la Universidad Autónoma de Madrid a los 23 años.

Me contrataron en la Casa de la Mujer de Alcobendas para dar cursos de autoestima y relajación a grandes grupos de mujeres. Gustaron y pasé cuatro años más trabajando con muchas mujeres, la mayoría en proceso de alfabetización, de todas las edades, muy inteligentes pero que no habían tenido oportunidad de formación en su vida.Así, me centré en la formación y seguí dando cursos.

Trabajaba en la recepción de un centro de terapias que había junto una gran empresa de editoriales, allí empecé a ver pacientes a los dieciocho años a los que trataba con medicina China y luego Bioenergética. 

El azar quiso que un médico llamado David Servan-Schreiber fuera entrevistado en esa empresa vecina para la revista Psycologies. Me invitaron a la entrevista, no pude ir ni conocerle, pero me regaló su libro  titulado «Curación Emocional».

En él se unían las dos corrientes de mi formación, la medicina China y terapias alternativas,y la Psicología.

A través de su mención en el libro, conocí el EMDR.

Me formé con las primeras promociones en España. Aún nos instruían los discípulos de Francine Shapiro de Estados Unidos.

Terminé mi formación, y años después, tras tratar a muchos pacientes con la técnica, conocí las TÉCNICAS AVANZADAS DE PROCESAMIENTO (TIC), TÉCNICAS DE INTEGRACIÓN CEREBRAL, de la mano de los discípulos de los Solvey.

En la otra punta del mundo, investigadores como yo, también habían observado la tremenda eficacia de unir el EMDR con las técnicas energéticas (EFT, acupuntura...).

Desde entonces esa es la base de mi trabajo conjunto, cuerpo-mente: EMDR Y TIC.

Hay que conocerlo, lo tienes que vivir. Cambia vidas desbloquear el cerebro con sus propios recursos naturales.

Creo que el ser humano nace bueno. Supongo que en mi trabajo nos dedicamos  a reconstruir lo que las circunstancias, la ignorancia y los malos sentimientos de otros estropearon de nosotros, y así romper cadenas enteras de transmisión errónea y dañina.

Creo que se puede reaprender, creo que el ser humano que olvidó y recuerda no es para retraumatizarse sino porque necesita entender y superar.

Creo que los buenos sentimientos existen en todos y se pueden rescatar y transmitir.

Creo que el ser humano es un animal tremendamente fuerte pero emocionalmente muy sensible.

Su capacidad de aprendizaje y adaptación al medio es su don, y su peligro si se elabora mal.

Hay mucho daño, mucho dolor, pero también se puede curar si damos a la mente la oportunidad para sanarse.

Y también hay muy buenos sentimientos. Parece un tópico pero creo que es lo que mantiene aún al ser humano en este mundo.